jueves, 7 de mayo de 2009

cuarta entrega: infatiles if

Un cambio de vida
Por Ivonne Flores

Nicanor el piojo vivía en una cabeza tupida de largos cabellos negros. La cabeza era de Lupita, una niñita morena de hermosa sonrisa.
Todos los días, Nicanor y sus primos jugaban a deslizarse y columpiarse por los cabellos de Lupita. Con tanto juego les daba mucha sed y se ponian a mordisquear poquito a poquito la piel de la cabeza de la niña, para tomar gotitas de sangre, que eran deliciosas. Nicanor siempre estaba contento y le gustaba ver a la gran mamá pioja sembrando liendrecitas, para asegurarse de que la tibia cabeza de Lupita estuviera siempre llena de piojitos y piojotes, para que siempre hubiera fiestas, pachangas y borlotes.
Pero había dos cosas que a Nicanor no le gustaban:
La primera eran los días sabados, que era el único dia de la semana en que a Lupita le tocaba baño, y entonces todo el pelo se llenaba de espuma y la sangre no sabia tan rica; tenía sabor a "Flores silvestres", "Pasion de kiwi" o "Rizos definidos", según el champú que usara doña Chonita, la mama de Lupita, para lavarle el pelo a la niña.
La otra cosa que no le gustaba a Nicanor, era que muchos de sus primos decidian a veces irse a vivir a otro lugar y aprovechaban cuando Lupita jugaba con sus amigos para saltar a otra cabeza. Eso ponía muy triste a Nicanor, porque él no queria irse a otra parte.
Un día en que estaba muy deprimido, decidió irse a vivir una temporadita al cepillo verde de Lupita, pero al poco tiempo se arrepintió, porque aunque ahi había algunos cabellos atrapados entre las cerdas y pudo jugar un buen rato, cuando le dio sed, se dispuso a dar un tremendo mordisco, pero iOh, sorpresa! el frío plástico del cepillo era tan duro que la pobre trompa de Nicanor le quedó chata y se le cayeron tres dientitos. Muy adolorido y llorando se quedó tirado un buen rato.
Unas horas después, la mamá de Lupita tomo el cepillo verde y comenzó a cepillarse el cabello, y así Nicanor llegó a parar a la cabeza de doña Chonita. Estaba tan hambriento, que sin pensarlo dos veces, se preparó para darse un delicioso banquete, en aquella cabeza enorme y llena de grasa. Pero lo que Nicanor no sabia, era que a doña Chonita le encantaba comer salsa ranchera extra picante, por eso cuando Nicanor chupó un sorbo de sangre, sintió en la panza una revolucion canija y un ardor en la trompa como si se hubiera comido un cuete entero de la feria de San Marcos, porque la sangre de la mamá de Lupita era tan picante como la mismísima salsa ranchera.
Fué tan fuerte la enchilada que se pegó Nicanor que dio un salto fantástico, como de metro y medio....
-Hay, hay hay mamacita chula! Se me quema la luengaaaaaaa!- Gritaba Nicanor, mientras salía disparado con los ojos bien saltones y entonces fue a caer a la cabeza de don Nacho, el papá de Lupita, quien estaba tomando unos tequilitas. Pero como Nicanor estaba tan enchilado, cuando aterrizó en los pelos parados de don Nacho, se puso a brincotear como si estuviera bailando un jarabe tapatio. Pero bailoteó tanto que don Nacho sintio mucha comezón y se dió una fuerte palmada en la cabeza, justo en el lugar en que estaba el pobre y enchilado Nicanor. Con aquel golpe, el piojito chimuelo se durmió a fuerzas un laaaaaargo rato. Cuando despertó se sentía débil por el golpe y porque no había comido suficente durante el dia. Entonces se dió cuenta de que estaba sobre una cabeza humana, asi que rápidamente empezó a chupar sangrita, y esta vez no era sangre extra picante, ahora el sabor era entre dulzón y salado, muy sabroso y al rato, el dolor de la trompa y cuerpo se le fué quitando porque empezo a sentirse entumecido y muy contento. Oyó al papa de Lupita cantando:
-Yoooooo, se bieeen que'stoy afuera, pero el dia en que yo me muera, se que tendrás que llorar, lloraaaaar y lloraaar, lloraaar y lloraaaar... Hip!
Nicanor trataba de pararse, pero sus patitas estaban aguadas y le bailaban solas y comenzó a darle un ataque de hipo y mucha, mucha risa...
-Ja, ja, ja, ja, ja, ja.....hip, hip! Ju, ju, ju ,ju, ju ,ju ,ju.....hip, hip, hip....- Reía Nicanor sin darse cuenta de que estaba borracho.
Al dia siguiente Nicanor despertó con nauseas y un fuerte dolor de cabeza, sientiendo que todo daba vueltas y vueltas. Asi estaba, a punto de vomitar, cuando Don Nacho se levantó de la silla donde estaba sentado y decidió irse a trabajar al mercado. Lupita se acercó a darle un beso a su papá, y Nicanor trato de saltar a la negra trenza de Lupita, pero estaba tan débil que no lo logró y se quedó en el cuello de la camisa de don Nacho, desesperado, pues sabía que si se iba nunca mas volveria a su hogar, donde se vivía tan bien y donde estaba la mamá pioja sembrando sus liendrecitas como todos los días.
Mas tarde don Nacho llegó al mercado, y en su camisa, apenas agarrado con una patita, Nicanor estaba a punto de morir de hambre, dolor y triteza; Al pasar por un puesto de frutas, Nicanor no logró sostenerse mas y cayó lentamente (ahora era muy ligero por no haber comido casi nada). Su cuerpecito fue a dar sobre un brillante tomate de piel tersa y aroma exquisito. Nicanor, con sus últimas fuerzas, clavó en aquel tomate los pocos dientes que le quedaban, y bebió y bebió. Lleno de asombro se dió cuenta de cómo su cuerpo se revitalizaba, pero lo más sorprendente era ese sabor, esa consistencia deliciosa. Pronto caminando, caminando descubrió apios, berenjenas, papayas, remolachas, melocotones y toda clase de frutas y verduras, pero sus favoritas eran las frutas rojas, que le rocardaban la dulce cabeza de Lupita. Así la vida de Nicanor se volvió una aventura de sabores y desde entonces Nicanor es un piojo vegetariano.

2 comentarios:

  1. Jajajajajajajaja. Me gusta. Lo que me parece chilero es el humor que hay que manejar en los cuentos de ninos. Eso es como regla o asi nos salio a todos? Me gusto el cuento este porque me lo puedo imaginar ilustrado y todo. Bienvenida Ivonne. Yo hasta hoy mande mi cuento, no me salia, pero ahi ya lo subira Juan Miguel.

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  2. Bienvenida, me gusta la trama, el humor y el personaje Nicanor es genial con todo lo que le pasa. Un consejo para hacer mas ligeras algunas oraciones. Por ejemplo una frase como:
    "decidió irse a trabajar al Mercado" suena mas sencilla: "fue a trabajar al mercado" así no redunda.
    Aquí abajo te copie dos frases donde pones "coma" antes de pero... y lo vi durante el cuento otro par de veces y pienso que en todo caso por el pero no es necesaria la coma:
    Lupita, pero estaba
    se revitalizaba, pero lo más sorprendente

    sólo eso
    saludos

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