martes, 2 de junio de 2009

octava entrea: cuentos de miedo, jm

Me sentirás

Por J. M. Arrivillaa

El ejercicio es el siguiente: Aseguráte de leer esto en soledad, porque si no, no tiene chiste. Y claro que no es de risa, es de miedo, pero el chiste es que de miedo. Entonces, tenés que estar con la mejor disposición.

Lo mejor sería imprimirlo y esperar la media noche para leerlo, en soledad, a la luz de una vela. O sea que si querés hacer eso, dejá de leer ahorita e imprimílo y no te vayas a morir (huajaja) de la curiosidad por leerlo hasta que el reloj marque las 12.

Ahora, si lo vas a leer de una vez, acercáte bien a la pantalla para evitar distracciones externas.

Respirá profundo…

Exhalá….

Inhalá…

Exhalá….

Inhalá…

Exhalá…

Así te estarás relajando, llevando tu mente a un punto cercano a la meditación profunda. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete veces más, a respirar profundo. Ahora empezaremos a sentir. A sentir el cuerpo, el aire, el olor.

Por favor, leé despacio y no dejés de respirar con ritmo, profundo.

Con tu mano izquierda recorré el brazo derecho. Tratá de olvidar la mano izquierda y concentráte en lo que el brazo siente. Si tenés pelitos, tratá de sentirlos mientras los acaricia con suavidad tu mano izquierda.

Seguí respirando profundo, no te detengás…

Ahora repetílo con el otro brazo, con la nuca y sobre los omoplatos. Recordá que es una caricia nada más, y que debés esforzarte por sentir la piel. Exhalá….

Inhalá…

Ahora, mientras seguís leyendo (lee despacio por favor) sentí el airecito que empieza a circular por donde estás. No volteés a ver, solo sentí el chiflon frío que empieza a tocar parte de tu piel. Ese frío representa la llegada de un espíritu. Respirá, no volteés a ver, sentí el aire frío. Extendé tus sensaciones para tratar de descubrir quién es, quién te visita. Sin dejar de leer, pero leyendo despacio, sentí cómo la piel se te pone de gallina y cómo la presencia del airecito te inquieta cada vez más. Extendé tus sentidos y tratá de averiguar si ese espíritu viene con buenas o con malas intenciones. No mirés atras.

Respirá, sentí la piel, sentí ese leve chiflón que te pone nervioso. Respirá. Uno, dos, tres, cuatro y ahora hay un ente detrás tuyo, te respira en la nuca, casi sentís que te aruña. No volteés a ver.

Respirá profundo, escucháme. Escuchá bien cada palabra que te digo, poné atención. Convencete de lo que estás viviendo. Respirá y convencete de que es real, porque el aire que sentís no es ficticio, porque la voz que escuchás mientras leés despacio no es la tuya, es la de alguien más que inunda con su presencia tu ambiente. No volteés a ver, porque nada verás, solo te distraerás de esta experiencia rara.

Ahora, escucháme bien: no parpadiés, esforzate y enfocá en el blanco tras las letras mientras leés. No parpadiés te digo, escucháme porque las intenciones pueden cambiar en cualquier momento si no me atendés. ¡Que leás despacio te digo! no te pongás con nervios, ¡este es un ejercicio!.

Intentémoslo.

Inspirá…

Exhalá….

Inspirá…

Exhalá…

Sentí tu piel, sentí el airecito, sentí la presencia, hacéme caso porque si no la presencia se vuelve oscura. Enfocá el blanco, seguí leyendo despacio. Esto se me está volviendo tenso. No lo estás haciendo en serio, no te la estás creyendo. Puta.

Me estás empezando a chingar y te advierto que no es lo mejor. ¡Respirá profundo te digo! Ah la gran puta, que leás despacio mierda, no estás enfocando en el blanco, me estás ignorando, no me sentís mierda, no estás respirando…

¡Ja ja ja! Dejémoslo ahí porque tu estupidez me enfurece. Ah la gran puta, entonces leé rápido, mierda, rápido pues, no respirés mierda, no sintás el cuerpo, no enfoqués el blanco, volteá a ver, no leás mierda, pero hoy, cuando te vayas a acostar, te vas a acordar de mi mierda, entonces sí vas a sentir la piel de gallina mierda, si vas a sentir mi aliento en tu omóplatos mierda, y te vas a cagar, la oscuridad se volverá más oscura para vos mierda, y mañana tu vida será diferente mierda, pero mierda…

Hoy en la noche te vas a recordar de esto y vas a volver a tu infancia mierda, vas a sentir miedo de que me salga por debajo de tu cama mierda, y me sentirás más cerca de lo que jamás podrías esperar, mierda, y olerás la mierda y no querrás quitar las chamarras de tu cabeza mierda, y no me olvidarás.

2 comentarios:

  1. definitivamente, mi peor cuento....
    creo que necesito aluna activacion creativa como la que traje cuando volvi de sancris... a ver como se me ocurre romper mi rutina y darme alo de emocion para renovar ideas...

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  2. Lamento estar de acuerdo con vos, para serte sincero no me gustó. Y, bueno, no seguí todas las instrucciones por falta de impresora. La primera sensación fue que lo hiciste por salir del paso, parece que te tardaste unos dos minutos (parece, digo). Parece más un ejercicio de escritura creativa, pero también habría qué pulirlo un poco porque se vuelve repetitivo. Caché que lo que querías era que uno se metiera en el personaje y que sintiera todo, pero no pasó. Parece como una cadena de esas que mandan por mail. Quizás le falta trabajarlo, porque como idea estaba buena. Tampoco me gustó la repetición de malas palabras al final, me pareció de más. Bueno, perdón por mi sincera opinión. Espero leer tu brevísimo!

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