domingo, 26 de julio de 2009

Cuentos inspirados en una canción, jm

Mala

(http://www.youtube.com/watch?v=-oO09PT6Gh8&feature=related)

Por J. M. Arrivillaga


Antes de casarnos me cayó el apodo de Mala. En realidad, fue luego de varias discusiones que el mote terminó de establecerse.

Ventura era un adorable sinvergüenza, tal cerote que a cualquier problema reaccionaba con berrinches magnitud Nicolás Arrivillaga.

En la primera pelea encontró la formula de decirme “mala, mala, mala” y yo con eso que me puse histérica, malparido.

Cinco grandes discusiones precedieron nuestra boda, y me reí tanto cuando el hijueputa me enseñó las grabaciones, que terminé por recibir el anillo.

Al final, era todo un chiste, pero en el transcurso, lo juro, aprendí a ser siempre una mujer digna con aquel y el cerote, bueno, siempre fue digno el desgraciado.

Ese jueves de abril, el maldito, me dio una cajita con un exquisito anillo decorado con un lapislázuli que se iluminaba por si solo, amarrado a una memoria digital y a un rollito de papel. No sólo grabó las discusiones sino que las transcribió para dármelas junto al anillo.

Sí, luego nos casamos, pero tuvo que pasar un año para que me bajara el enojo y descubriera la risa que el chistoso procuró generarme desde que me dio el mandado. Claro, yo no rechacé el obsequio, sólo me encabroné durante unos pocos meses.

Las discusiones transcritas eran más bien ligeras. Si bien en el audio se escuchaban los infantiles aullidos de Ventura, como niño urgido de chiche, en el papel todo se tornaba más liviano. Decía así la primera:

-¿Por qué te fuiste cabrón?

-¿Acaso tenía que esperarte?

-¡Puta! Íbamos juntos.

-Pero eso no pareció cuando te trincaste al Julián.

-Yo no me lo trinqué y si si, ¿qué hubiera tenido de malo?

-“Malo” no, “mala” vos cerota.

-¿Mala?

-Si. Mala porque no me querés.

-¿Es obligación acaso?

-Sos mala porque no me tocás.

-Si te toco cabrón, pero no en público, ¿cómo pedís que haga eso?

-Mala porque tenés boca y simpre salís con una de estas.

-Yo te aprecio mucho pero no mezclés las chivas.

-Mala cuando te conviene.

-¿Cómo así? Siempre te he dicho claramente lo que pienso, que no me gusta el estoque a huaro, que me enferma del estómago.

-Mala como la mentira, el mal aliento y el estreñimiento.

-No me salgás con intimidades por favor.

-Mala como la censura, como rata pelona en la basura.

Sí. Esa fue la primera discusión. Y no se parece a la segunda:

-Mala como la miseria.

-¡Puta! Si te estoy diciendo que no vine por estar atendiendo al grupo de beneficencia.

-¡Já! Y ahora hacés cara de foto de licencia, mala.

-¡Logré que viniera Santana a dar un concierto para sacar del hoyo a los niños que vos descubriste y que a vos conmovieron, no me chingués.

-Sos descarada, mala, mala como firma de Santana, música más mierda.

-¡Cerote! ¡Maldito! ¡Te voy a matar hijueputa!

-Mala como pegarle a la nana.

-Me enfermás cerote, hasta chorrillo me da.

-Pues sí, si sos mala como la triquina, mala mala y asesina.

-¡Já! ¡Yo! Descarado, si vos sos el malo, recordáte, cuando me dejaste sola en las faldas del Santa María, ahí si me hubiera muerto de hambre, o me hubiera comido un animal, o como cuando no pagaste la cuenta del bar y te fuiste sin decir nada.

-Mala y enredosa, mala como las arañas, mala y con todas las mañas.

Y la tercera, durante un cuarto día juntos en Cancún:

-Vos, el chorrete de pasta en el lavamanos…

-Vos, tu calzón en el closet y no en mi cara, ja, ja, ja.

-No chingés, ordenáte.

-Ah, sos mala como el orden, como la decencia.

-Puta, ¿no te sentís mal de hacer desorden en un área compartida?

-Mala como la buena conciencia, mala por donde me mirés, al menos me los lavo, pero vos, mala mala como una endodoncia.

La cuarta, durante la culminación de nuestro primer trabajo juntos de diseño de interiores, cuando me resistí, por respeto a los contratistas, a que él se anduviera dando las chelas ahí, pelado.

-Chava, ya casi terminamos, el público no ha venido, hicimos buen trabajo, ya nos pagaron, ¿cuál es tu clavo?

-Sólo espero que nos vuelvan a contratar.

-Ellos están contentísimos, ¡ya la hicimos!, pero vos sos mala como clavo chato.

-Calláte mano, en estos rollos las cosas funcionan bien.

-¿Ah si? ¿Todo bien? ¿Como película gringa?

-Pues si.

-Mala como película gringa, mala como caldo frío, mala como fin de siglo.

Y bueno, la quinta, un día antes de darme el anillo:

-Sos mala por naturaleza, de los pies a la cabeza.

-¿No te cansás de tus berrinches? Yo sí.

-Mala, mala, mala, mala, pero que bonita chingada.

Y bueno, la fiesta estuvo re bien. En un barco paseando en el lago de Atitlán y con la música de Liliana Felipe divirtiéndonos de maravilla. Claro, y si no hubiera lanzado al Ventura por la borda, no hubiera parecido nuestra boda.

8 comentarios:

  1. saben qué?? ahorita lo leí y me cagó de la risa!! jijijijijijijij!!!! creo que fue un buen ejercicio ficcionario...!! ojalá me agarren el rrollo y se rían también!! o sea, la rola, virtuosa y pooooopulosa... jaja, mi respetos,... jeje

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  2. Tampoco me gustó. No es necesario utilizar lenguaje tan vulgar. No se parece en nada a los cuentos que has hecho antes.

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  3. ufff... jajaja... no se quién sos... pero si esa forma natural de hablar es ser vulgar... yo soy vulgar, jeje, y no le encuentro el pecado... jeje.. lo siento... Si., hay otros cuentos distintos... pero porfa no me hagás hacer lo mismo siempre...!!! jeje... en este tipo de lenguaje, además, se pueden incluir más sorpresas... tratá de volver a leero... jeje.... sorpresas... jaja

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  4. ala, y seas quien seas... perate que en un ratin subo otro... porfa... a ver que decis... subo el de Sacados de una noticia... jeje

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  5. bueno, la verdad ya no, hasta MAÑANA TALVEZ... JIJIJI..

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  6. JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA!!!! Si si me cague de la risa tambien. Si es distinto, pero es el mas chistoso, a ver no sean amargados los demas; quien dijo que no nos podiamos divertir. No jodan la literatura no se anda con mamadas, si nos reprimimos no es arte la cosa pues. Ademas cobardes con lo del anonimato!

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  7. No veo lo polémico ni lo vulgar. De hecho se han "posteado" cuentos más vulgares en este mismo blog y yo soy el primero que digo algo. En este caso no me pareció inapropiado, de hecho es un lenguaje morbosamente romántico. Se ve un amor tempestuoso en los personajes. Lo que sí podría criticar es que hay una gran acumulación de "improperios" al principio en vez de estar mejor balanceados. Y hay muchas repeticiones de los insultos, siendo el español tan rico en palabrotas como en palabras dulces. Capta la motivación de la canción, que, para mí, es "sos mala pero así te quiero". Otra crítica podría ser la referencia a Nicolás Arrivillaga, que si bien todos nosotros entendimos no es muy universal que digamos, pero al final eso pela y vos escribís la referencia que querrás, no molesta. También serote se escribe con S, porque con C es una mezcla de cera o algo así.

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  8. Y no hay por qué defenderse de los comentarios ni justificarse con excusas, jajajajajajaja. Sólo hay qué hacerle huevos.

    Ahora yo, metiendo mi cucharota como siempre, se me ocurrió que podrías escribirlo como una obrita de teatro, sin ser una obra en sí, sino sólo para presentarlo. Dividirlo en varios actitos con descripcioncitas e instrucciones y un prólogo y un epílogo. Pero bueno, eso ya me da idea a mí para un mi cuento :D

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