Sin Título
Por Orlando Gutiérrez
- Salta ! Salta! Salta! - le dijo una voz en su interior.
Sus piernas no lo dudaron. Sintiò una oleada de euforia, los
saltos le permitìan llegar a otras dimensiones. De repente abriò los
ojos y dejo de saltar. Todo a su alrededor era de color
rojopurpuraamarillo. Las personas, la lluvia, las edificaciones, el
parque, el perro.
Caminò a travéz de la avenida rojopurpuraamarillo, se detuvo a
observar el escaparate de una tienda de obsequios. Sobre una mesa se
encontraba una cajita de música en forma de corazón, adornada con
finos detalles de encaje, perlas y lentejuelas, todo de color
rojopurpuraamarillo - Que mierda mas horrible - pensò. Pero el
morbo por lo desagradable, la impulsò a entrar y preguntar a una
dependienta gorda de aliento espantoso, por la cajita musical.
Cuando la abriò apareciò la tìpica bailarina de cuerpo fino
y rasgos diminutos. Llevaba puesto un vestidito digno de una princesa
(rojopurpuraamarillo). Le diò vueltas a la llavecita para que la
princesa diera vueltas y sonara la mùsica, sin embargo , cuando lo
hizo, quedò sorprendida al escuchar una melodia guapachosa y
escandalosa. La princesa daba vueltas, se movìa de un lugar para
otro, alzaba los brazos, sus caderas se meneaban. Claro!, ella
bailaba musica tropical, No tenía porqué pensar en tristezas ni cursilerías.
Soltò un par de buenas carcajadas.
Por Orlando Gutiérrez
- Salta ! Salta! Salta! - le dijo una voz en su interior.
Sus piernas no lo dudaron. Sintiò una oleada de euforia, los
saltos le permitìan llegar a otras dimensiones. De repente abriò los
ojos y dejo de saltar. Todo a su alrededor era de color
rojopurpuraamarillo. Las personas, la lluvia, las edificaciones, el
parque, el perro.
Caminò a travéz de la avenida rojopurpuraamarillo, se detuvo a
observar el escaparate de una tienda de obsequios. Sobre una mesa se
encontraba una cajita de música en forma de corazón, adornada con
finos detalles de encaje, perlas y lentejuelas, todo de color
rojopurpuraamarillo - Que mierda mas horrible - pensò. Pero el
morbo por lo desagradable, la impulsò a entrar y preguntar a una
dependienta gorda de aliento espantoso, por la cajita musical.
Cuando la abriò apareciò la tìpica bailarina de cuerpo fino
y rasgos diminutos. Llevaba puesto un vestidito digno de una princesa
(rojopurpuraamarillo). Le diò vueltas a la llavecita para que la
princesa diera vueltas y sonara la mùsica, sin embargo , cuando lo
hizo, quedò sorprendida al escuchar una melodia guapachosa y
escandalosa. La princesa daba vueltas, se movìa de un lugar para
otro, alzaba los brazos, sus caderas se meneaban. Claro!, ella
bailaba musica tropical, No tenía porqué pensar en tristezas ni cursilerías.
Soltò un par de buenas carcajadas.
No lo pensò mas, comprò la cajita musical y salió de la tienda.
Que onda Orlando!!
ResponderEliminarPues buena onda que te apuntás al rollo.
Te explico brevemente: La idea es entregar un cuenteo cada lunes (hoy es viernes pero pela) escrito como ejercicio sobre el tema que se decida por votación en este blog. El tema de esta semana era futuro (no se si tu cuento responde a eso) y el de la prox. semana es comida, porque ganó en votos. Cuando mandés tu texto el lunes mandá también una propuesta de tema para la prox. semana y lo meteré en la encuesta.
cualquiier duda preguntá.
Bueno, mi critica es que no tiene nada que ver con futuro, por lo menos del lado obvio. Pero quizás es porque no sabías cómo era la mecánica, no?
ResponderEliminarGracias por la explicación, el tema del cuento es que supuestamente la mujer está tan deprimida, sin tener que mencionarlo, que encuntra su futuro en una cajita atipica de música. Sin embargo ,la prox. seré más claro :-)
ResponderEliminarSaludos a todos
Si opino igual, no parece tener una relacion sugerida con el futuro... Y lo del rojopurpuramarillo esta medio repetitivo. Pero pa eso estamos, ejercitandonos literariamente, para aprender, que bueno que te unes.
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